TIPOS DE MUNICIÓN "NO LETAL", SU EFICACIA, RIESGOS Y LA SITUACIÓN EN ESPAÑA.

La munición "no letal" utilizada por las fuerzas antidisturbios es un tema complejo y controvertido. Aunque se diseñan para reducir el riesgo de muertes en comparación con las armas de fuego convencionales, pueden causar lesiones graves e incluso la muerte si se utilizan incorrectamente o a corta distancia. El término "menos letal" es más preciso, ya que la letalidad cero no está garantizada.
A lo largo del artículo exploraremos todo esto bajo una visión general.
 
TIPOS DE MUNICIÓN "NO LETAL"

Los proyectiles de impacto cinético son los más conocidos. 
Estos incluyen:
BALAS O PELOTAS DE GOMA
Son esferas o cilindros de caucho que se disparan con la intención de causar un fuerte impacto sin penetrar el cuerpo. Han sido ampliamente utilizadas, pero también son las que más casos de lesiones graves (incluyendo pérdidas de ojos y traumatismos craneales) e incluso muertes han provocado.
Las balas o pelotas de goma son proyectiles de impacto cinético diseñados para ser una opción menos letal en el control de multitudes o en situaciones donde el uso de armas de fuego letales se considera desproporcionado. A diferencia de las municiones convencionales, su objetivo principal no es penetrar el cuerpo, sino causar un fuerte golpe que incapacite o disuada a una persona.
Generalmente, están hechas de caucho sólido o una combinación de caucho y materiales más densos, como metal o arena, encapsulados en caucho. Su forma puede variar, desde esferas hasta cilindros o incluso proyectiles con aletas estabilizadoras, buscando maximizar el impacto sin perforar la piel. Son disparadas con armas de fuego modificadas o lanzadores específicos, a menudo escopetas.

INTENCIÓN Y EFECTOS 
La intención detrás de su uso es clara, no es más que dispersar a individuos o grupos con una fuerza no letal. Al impactar, transfieren una gran cantidad de energía cinética, lo que provoca dolor agudo, contusiones severas, hematomas y, en algunos casos, fracturas óseas. La idea es que el dolor sea suficiente para que la persona ceda en su acción.
A pesar de su diseño "menos letal", las balas de goma son altamente controvertidas debido a su potencial para causar lesiones graves e incluso la muerte. 
Los impactos en la cabeza o el cuello, son los impactos más peligrosos, pudiendo causar traumatismos craneoencefálicos severos, pérdida de la visión (al impactar directamente en los ojos), fracturas faciales, daños cerebrales irreversibles y, lamentablemente, la muerte.
Los Impactos en el torso, aunque menos letales que los impactos en la cabeza, pueden provocar lesiones internas, fracturas de costillas o daños en órganos vitales.
Dependiendo de la distancia del disparo el riesgo de lesiones graves aumenta considerablemente a corta distancia, donde la energía de impacto es mayor. Muchos protocolos de uso recomiendan una distancia mínima para intentar reducir el daño.
Un uso indiscriminado,como el disparo a quemarropa o el apuntar a partes sensibles del cuerpo, a menudo en el calor de la confrontación, ha llevado a numerosos casos de abuso y lesiones irreparables.
CARTUCHOS "BEAN BAG" (BOLSA DE FRIJOLES)
Contienen pequeños perdigones o partículas dentro de una bolsa de tela. Están diseñados para impactar y dispersar la energía en una superficie más amplia, lo que, en teoría, reduce el riesgo de penetración.
Son un tipo de munición menos letal utilizada principalmente por las fuerzas del orden en situaciones de control de disturbios o para reducir a individuos sin intención de causarles la muerte.

Dentro de una bolsa de tela (generalmente un material resistente como el nylon) se encuentran pequeños perdigones o partículas, que pueden ser de plomo, caucho o una mezcla. La idea es que este contenido se deforme al impactar, distribuyendo la energía en una superficie más amplia y menos concentrada que una bala convencional.
A diferencia de una bala que busca la penetración, el objetivo del "bean bag" es causar un trauma contundente o un impacto doloroso que inhabilite temporalmente a una persona, sin penetrar el cuerpo. Esto se logra dispersando la energía del impacto en un área mayor, lo que reduce teóricamente el riesgo de lesiones mortales.

Se utilizan para dispersar multitudes o para disuadir a individuos violentos en situaciones de protesta.
Buscan inmovilizar o desorientar a un sospechoso que representa una amenaza para sí mismo o para terceros, sin recurrir a la fuerza letal.
Su uso es puramente defensivo y se considera una opción intermedia antes de recurrir a armas de fuego convencionales.

"Menos Letal" vs. "No Letal"
Es crucial entender la diferencia. Los cartuchos "bean bag" son "menos letales", no "no letales". Esto significa que, si bien su intención es reducir el riesgo de muerte, aún tienen el potencial de causar lesiones graves e incluso la muerte si se utilizan de forma inadecuada o a corta distancia.
A pesar de su diseño, se han documentado numerosos casos de lesiones graves, incluyendo fracturas óseas, contusiones severas, lesiones oculares, hemorragias internas e incluso muertes. El riesgo aumenta si se dispara a la cabeza, el cuello, la ingle o a una distancia demasiado corta.
En algunos casos, se ha señalado su imprecisión a ciertas distancias, lo que puede llevar a impactos accidentales en zonas vulnerables del cuerpo.
Aunque están diseñados para impactar sin penetrar, se considera que su uso en multitudes puede ser indiscriminado y afectar a personas no violentas. Las orientaciones de las Naciones Unidas, por ejemplo, desaconsejan su uso para dispersar aglomeraciones.
La etiqueta de "menos letal" puede llevar a una falsa sensación de seguridad, tanto para los operadores como para el público, minimizando los riesgos inherentes.
PROYECTILES DE PLÁSTICO:
Similares a las balas de goma, pero fabricados con plástico.
A menudo son comparados con las balas de goma, pero, 
¿Qué son los proyectiles de plástico?
Los proyectiles de plástico son municiones no letales, o menos letales, diseñadas para el control de disturbios, entrenamiento o disuasión. Son similares en concepto a las balas de goma, pero su composición principal es plástico rígido o semirrígido. Esto puede incluir polímeros como el PVC, polietileno o nailon, a veces con un núcleo de material más denso para aumentar su impacto, pero manteniendo la intención de ser no letales.
Estos proyectiles se utilizan en varias situaciones, como el control de multitudes y antidisturbios, ya que son una herramienta que las fuerzas del orden pueden usar para dispersar a personas o grupos sin recurrir a la fuerza letal. El objetivo es causar dolor significativo y disuasión, pero minimizando el riesgo de lesiones graves o la muerte.

Se usan en escenarios de entrenamiento para simular situaciones de combate o control de disturbios, permitiendo a los efectivos practicar el uso de la fuerza de manera más segura. 
Algunas variantes de menor potencia podrían ser utilizadas en ciertos dispositivos de defensa personal, aunque esto es menos frecuente que su uso policial o militar.

¿Cómo funcionan y qué los diferencia de las balas de goma?
La idea detrás de ambos, proyectiles de goma y de plástico, es la misma: transmitir energía cinética al objetivo para causar un impacto doloroso y desorientador sin penetrar el cuerpo.
Las diferencias radican principalmente en la composición y las propiedades del material.
PROYECTILES DE GOMA.
Tradicionalmente hechos de caucho macizo o con un núcleo de metal recubierto de goma. Tienden a ser más elásticos y pueden deformarse más al impactar.
PROYECTILES DE PLÁSTICO.
Fabricados íntegramente o casi íntegramente de diversos plásticos. Pueden ser más ligeros que algunas balas de goma, pero su rigidez puede hacer que el impacto sea más concentrado y, en algunos casos, más propenso a causar fracturas o contusiones internas si se usan incorrectamente o a distancias muy cortas.
Ambos tipos de proyectiles se disparan desde armas específicamente diseñadas o adaptadas para munición no letal, como escopetas modificadas o lanzadores dedicados.
A pesar de su clasificación como "no letales" o "menos letales", es crucial entender que estos proyectiles pueden causar lesiones graves e incluso la muerte si se usan de forma inadecuada.
El impacto a alta velocidad, especialmente en la cabeza, el cuello o el tórax, puede provocar fracturas óseas, hemorragias internas o daño a órganos vitales.
La pérdida de visión o la ceguera permanente son riesgos conocidos si el proyectil impacta en los ojos.
Existe una distancia mínima de seguridad recomendada para su uso, ya que a corta distancia la energía cinética es demasiado alta.
 
BALAS DE ESPUMA, BOLAS BALÍSTICAS, ETC.
Existen diversas variantes y en constante evolución.
Además de los proyectiles, se utilizan otros tipos de "munición no letal"

Proyectiles de Impacto Cinético Avanzados
Más allá de la goma y el plástico "sólido", se han desarrollado proyectiles con diseños y materiales más sofisticados para intentar reducir el riesgo de lesiones graves, aunque el principio sigue siendo el de impacto cinético

BALAS DE ESPUMA (FOAM ROUNDS)
Son proyectiles que tienen una punta hecha de un material más blando, como espuma o polímero de densidad reducida. La idea es que, al impactar, la punta se deforme o se "aplane", distribuyendo la energía en una superficie mayor y reduciendo el riesgo de penetración o traumatismos focales graves. Algunos están rellenos de espuma para que se deshagan al impactar. Aun así, pueden causar lesiones significativas si se disparan a corta distancia o a puntos vitales.
PROYECTILES DE POSTAS DE GOMA O SILICONA 
Son cartuchos de escopeta que contienen múltiples pequeñas esferas de goma o silicona en lugar de un único proyectil grande. Al dispararse, se dispersan como un perdigón de caza, pero con la intención de ser menos letales debido a la naturaleza blanda de los proyectiles individuales. Sin embargo, a corta distancia, la energía combinada y el impacto de múltiples "balines" pueden ser peligrosos.
BOLAS BALÍSTICAS (EJ. WRAP)
Este término puede ser un poco ambiguo. A veces se refiere a dispositivos que, en lugar de un impacto directo, "atrapan" o "envuelven" al sujeto. Un ejemplo es el dispositivo Bola WRAP, que dispara un cordón de Kevlar que envuelve las piernas del individuo, inmovilizándolo a distancia. Este enfoque no se basa en el dolor por impacto, sino en la restricción física, lo que lo hace menos propenso a causar lesiones traumáticas.
GRANADAS O CARTUCHOS FUMÍGENOS
Producen una gran cantidad de humo para crear una pantalla visual o dispersar una multitud.
GRANADAS ATURDIDORAS
Producen un fuerte destello de luz y un sonido ensordecedor para desorientar.
AGENTES QUÍMICOS IRRITANTES 
Estos son ampliamente utilizados para el control de multitudes y causan una irritación temporal severa
GAS LACRIMÓGENO (CS, CN, CR)
Causa irritación intensa en ojos (lagrimeo, dolor, ceguera temporal), sistema respiratorio (tos, dificultad para respirar) y piel. Aunque no está clasificado como gas venenoso de guerra, su uso en entornos civiles es muy controvertido por los riesgos para la salud, especialmente en espacios cerrados o en personas vulnerables.
GAS PIMIENTA (OC - OLEORESINA CAPSICUM)
Derivado del pimiento picante, causa una sensación de quemazón extrema en ojos, piel y membranas mucosas, así como tos y náuseas. Es muy eficaz para la disuasión, pero también puede tener efectos graves, especialmente en personas con problemas respiratorios preexistentes.

SKUNK (EL "ZORRILLO")
Es un líquido maloliente desarrollado para dispersar multitudes, causando náuseas y un olor insoportable que obliga a las personas a dispersarse. Sus efectos son principalmente sensoriales y psicológicos.
DISPOSITIVOS DE DESCARGA ELÉCTRICA 
TASER (O PISTOLAS DE DESCARGA ELÉCTRICA)
Disparan dos pequeños dardos con cables que transmiten una descarga eléctrica que provoca la contracción muscular involuntaria, inmovilizando temporalmente al individuo. Se consideran "menos letales" que las armas de fuego convencionales, pero su uso también puede ser peligroso, especialmente si la persona tiene afecciones cardíacas preexistentes, si el impacto es prolongado, o si cae y se golpea.
ARMAS ACÚSTICAS Y VISUALES 
DISPOSITIVOS DE ALERTA ACÚSTICA DE LARGO ALCANCE, o sus suglas en Inglés, (LRAD - LONG RANGE ACOUSTIC DEVICE)
Emiten un sonido muy fuerte y direccional que puede causar dolor, desorientación y, en casos extremos, pérdida auditiva temporal o permanente. Se utilizan para emitir mensajes o como método disuasorio.
ARMAS DESLUMBRANTES (LÁSERES DE BAJA POTENCIA, LUCES LED ESTROBOSCÓPICAS)
Utilizan luces muy brillantes o pulsantes para desorientar o deslumbrar temporalmente a los individuos, impidiendo que vean con claridad y disuadiendo el avance. Los láseres deben ser de baja potencia para evitar daños oculares permanentes.
CAÑONES DE AGUA 
Son vehículos que disparan potentes chorros de agua a alta presión. Se utilizan para dispersar multitudes, derribar barreras o apagar incendios. Si bien el agua no es "mortal", un chorro a alta presión puede causar contusiones, caídas, fracturas óseas y lesiones graves si impacta en la cabeza o el cuello, o si la persona es arrastrada.

ARMAS DE ENERGÍA DIRIGIDA (EXPERIMENTAL / FUTURO)
Este es un campo en desarrollo y se refiere a tecnologías que utilizan energía electromagnética u otras formas de energía para causar efectos no letales

ACTIVE DENIAL SYSTEM (ADS - SISTEMA DE NEGACIÓN ACTIVA)
Es un arma que emite una onda de microondas de alta frecuencia que calienta las moléculas de agua en la piel, creando una sensación de quemazón insoportable que obliga a la persona a alejarse, sin causar daño permanente si se usa correctamente. Es un sistema de "sensación de calor extremo".

LÁSERES DE DESLUMBRAMIENTO MÁS AVANZADOS
Más allá de los sencillos, se investigan sistemas láser más sofisticados para efectos disuasorios o cegadores temporales.

EFICACIA Y RIESGOS 
La eficacia de estas armas radica en su capacidad para disuadir o incapacitar sin recurrir al uso de la fuerza letal. Sin embargo, su uso conlleva importantes riesgos:
Lesiones graves y muerte: 
A pesar de ser "menos letales", estos proyectiles pueden causar fracturas de huesos, lesiones en órganos internos, traumatismos craneoencefálicos, pérdidas de visión (especialmente las balas de goma) e incluso la muerte, especialmente si se disparan a corta distancia, a la cabeza o a zonas sensibles del cuerpo.

USO INDEBIDO
La falta de protocolos claros, la capacitación insuficiente o el uso desproporcionado pueden aumentar exponencialmente los riesgos. Un disparo a corta distancia o directamente a la cabeza con una bala de goma, por ejemplo, puede ser mortal.

Riesgos para la salud a largo plazo: Aunque los efectos inmediatos de los gases suelen ser temporales, en personas con afecciones respiratorias o en situaciones de exposición prolongada, pueden generar problemas más graves.

Impacto psicológico: 
Tanto en las víctimas como en los agentes, el uso de estas armas puede tener consecuencias psicológicas significativas.
NORMATIVA Y CONTROVERSIA EN ESPAÑA 
En España, el uso de balas de goma ha sido particularmente controvertido, con numerosos casos de lesiones graves y mortales que han llevado a una fuerte demanda por su prohibición.
Protocolo insuficiente: 
Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y el Defensor del Pueblo han denunciado que la regulación actual sobre el uso de material antidisturbios es insuficiente para garantizar un uso proporcional y minimizar los riesgos.

Incompatibilidad con estándares internacionales: 
Se argumenta que el protocolo de uso de balas de goma en España no cumple con los estándares del derecho internacional, que exige que el uso de la fuerza sea necesario y proporcional.

Prohibición parcial: 
Algunas comunidades autónomas, como Cataluña, han prohibido el uso de las balas de goma por parte de sus cuerpos policiales, optando por alternativas como los proyectiles de foam (espuma) con menor energía cinética, que se consideran más seguros.
Necesidad de un marco legal claro: 
Existe una demanda generalizada para que se establezcan normas precisas y detalladas que regulen el uso de estas armas, con énfasis en la capacitación de los agentes, la obligación de rendir cuentas y la transparencia en el uso de la fuerza.

La normativa que regula el uso de la fuerza por parte de los diferentes cuerpos policiales en España es un área donde coexisten leyes generales con protocolos internos específicos, generando una complejidad y, en ocasiones, disparidades que son objeto de debate y crítica.
Aquí te amplío sobre la normativa de uso de munición "no letal" en los distintos cuerpos policiales:
Marco Legal General
El marco legal general que rige el uso de la fuerza por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) se basa en los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad. Estos principios están recogidos en la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

CONGRUENCIA 
Implica que el nivel de fuerza utilizado debe ser el adecuado para la situación.

OPORTUNIDAD 
El uso de la fuerza debe ser necesario y no existir alternativas menos lesivas.

PROPORCIONALIDAD 
La fuerza empleada debe ser proporcional a la resistencia o agresión que se intenta neutralizar, y buscar siempre la menor lesividad posible.

Además, la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Protección de la Seguridad Ciudadana (conocida como "Ley Mordaza" y objeto de revisiones), también toca aspectos relacionados con la seguridad ciudadana y la actuación policial, aunque el detalle del uso de las armas "menos letales" se remite a protocolos y reglamentos internos.
Es importante destacar que el derecho internacional de los derechos humanos establece que el uso de la fuerza, especialmente de armas "menos letales", debe ser excepcional y solo cuando exista una amenaza inminente de causar lesiones a agentes policiales u otras personas, o para evitar daños materiales graves. Además, se enfatiza que este tipo de proyectiles no deben ser usados en ningún caso para dispersar una manifestación o concentración pacífica.

PROTOCOLOS INTERNOS Y DIFERENCIAS ENTRE CUERPOS 

A pesar del marco general, la realidad es que cada cuerpo policial (Policía Nacional, Guardia Civil, y las diferentes policías autonómicas y locales) tiene sus propios protocolos internos que detallan el uso de los distintos medios y armas antidisturbios. Estos protocolos no son siempre públicos, lo que ha generado una falta de transparencia y dificultades para la rendición de cuentas.
Las diferencias más significativas se han observado en el uso de las balas de goma.
POLICÍA NACIONAL Y GUARDIA CIVIL 

Históricamente, ambos cuerpos han tenido permitido el uso de proyectiles de energía cinética, en concreto las balas de goma, en todo el territorio español.
La "Circular de 2013" de la Policía Nacional, por ejemplo, establecía que estas armas podían utilizarse "Cuando las circunstancias lo requieran y en los términos recogidos en el protocolo de 'empleo progresivo de medios', las bolas de caucho se podrán lanzar contra individuos o grupos de agresores cuya actitud entrañara un riesgo para policías u otros ciudadanos, o causaran daños materiales, con la finalidad de disuadir la actividad de los mismos, disparando bajo la premisa básica de la menor lesividad posible".
Sin embargo, esta redacción ha sido fuertemente criticada por organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional e Irídia, quienes consideran que habilitar su uso en caso de "daños materiales" no se ajusta a la normativa internacional, que exige una amenaza inminente a la integridad física.

Existe una presión constante para que el Gobierno central prohíba el uso de las balas de goma a nivel estatal para estos cuerpos.
POLICÍAS AUTONÓMICAS (MOSSOS D'ESQUADRA, ERTZAINTZA, ETC.)

En algunas comunidades autónomas, ha habido avances significativos en la restricción o prohibición de ciertos tipos de munición "no letal". El caso más relevante es el de los Mossos d'Esquadra en Cataluña.
Los Mossos d'Esquadra prohibieron el uso de las balas de goma en 2014, tras el debate social generado por graves lesiones y casos de pérdida de ojo. En su lugar, adoptaron los proyectiles de foam (espuma).
El protocolo de uso de los proyectiles de foam de los Mossos (que sí se ha hecho público) establece pautas más estrictas, como disparar "bajo el abdomen" y no apuntar a la cabeza. Sin embargo, incluso el uso de estos proyectiles ha generado controversias y lesiones, lo que demuestra que "menos letal" no significa "sin riesgo".
Otras policías autonómicas y locales también han revisado o adoptado sus propios protocolos, buscando alternativas a las balas de goma o estableciendo limitaciones más claras.

CRÍTICAS Y DEMANDAS DE MEJORA 

Las principales críticas y demandas de mejora en la normativa sobre el uso de la munición "no letal" en España son;
Una falta de un marco legal unificado y claro, ya que la dependencia de protocolos internos y la disparidad entre cuerpos genera inseguridad jurídica y dificulta el control.
Contradicción con estándares internacionales, puesto que las organizaciones de derechos humanos denuncian que los protocolos existentes no siempre cumplen con los principios de necesidad y proporcionalidad exigidos por el derecho internacional.

PROHIBICIÓN DE LAS BALAS DE GOMA 
Es una demanda persistente de la sociedad civil y de organismos internacionales, dada su alta peligrosidad y el historial de lesiones graves y muertes.

TRANSPARENCIA 
La exigencia de que los protocolos de uso de la fuerza sean públicos y accesibles.
La necesidad de una formación rigurosa y actualizada para los agentes en el uso de estas armas, así como mecanismos efectivos para la investigación de los casos de uso indebido y la rendición de cuentas por parte de los responsables.

REGISTRO Y SEGUIMIENTO 
La importancia de documentar cada uso de estos proyectiles y sus consecuencias.
En definitiva, aunque existe un marco legal general, la aplicación y los detalles del uso de la munición "no letal" varían significativamente entre los diferentes cuerpos policiales en España, y este es un ámbito donde la sociedad civil y los organismos de derechos humanos siguen exigiendo una mayor regulación, transparencia y apego a los estándares internacionales.


La munición "no letal" es una herramienta que, si bien busca reducir el daño, no está exenta de riesgos. Su uso debe estar estrictamente regulado y limitado a situaciones en las que sea absolutamente necesario, proporcionado y se minimice el riesgo de lesiones graves, priorizando siempre la protección de los derechos humanos.

SENTENCIAS
Por supuesto que existen numerosas de tribunales en España relacionadas con el uso de la munición "no letal" por parte de las fuerzas antidisturbios. Este es un campo muy activo en la jurisprudencia, debido a la gravedad de las lesiones que estos proyectiles pueden causar y la constante tensión entre el mantenimiento del orden público y la protección de los derechos individuales.
Las sentencias se pueden agrupar principalmente en dos categorías.

VÍA PENAL
Investigación y, en su caso, condena de agentes, ya que persigue la responsabilidad individual del agente que efectuó el disparo que causó las lesiones. En estos casos, la identificación del autor material del disparo es crucial y, a menudo, muy difícil. Esto ha llevado a una alta tasa de impunidad, especialmente en casos de balas de goma.

EJEMPLOS Y PROBLEMÁTICAS
Casos de pérdida de ojo por balas de goma, pues existen múltiples casos de personas que han perdido un ojo por el impacto de balas de goma. A pesar de la gravedad, es muy raro que se llegue a identificar y condenar al agente concreto. Organizaciones como Irídia o Stop Balas de Goma han denunciado la falta de condenas penales en estos casos.

DIFICULTAD DE PRUEBA.
La complejidad de las intervenciones antidisturbios, la falta de identificación visible de los agentes en ocasiones, y la dificultad para determinar el autor preciso del disparo en medio de un operativo, hacen que la vía penal sea extremadamente difícil.

ARCHIVOS DE CAUSAS
Muchos casos acaban archivados por falta de indicios suficientes para identificar al autor del disparo.

CASOS PENDIENTES O EN INSTRUCCIÓN Aunque la condena sea rara, sí hay casos que llegan a instrucción y donde se investiga a agentes. Por ejemplo, en relación con las actuaciones policiales durante el referéndum del 1-O en Cataluña, ha habido investigaciones sobre agentes de la Policía Nacional por el uso de balas de goma que causaron lesiones graves (como la pérdida de un ojo a Roger Español). Recientemente, se ha informado de que juzgados han rechazado amnistiar a algunos de estos policías, lo que indica que los procesos penales siguen adelante.

VÍA CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA Y RECLAMACIONES PATRIMONIALES 

Las Indemnizaciones por responsabilidad patrimonial de la Administración, en esta vía, la clave no es la condena penal de un agente, sino la responsabilidad del Estado o de la administración pública (sea estatal, autonómica o local) por el funcionamiento anormal de un servicio público. Es la vía más común y exitosa para las víctimas que buscan una reparación.

FUNDAMENTO
Si una persona sufre lesiones por el uso de la fuerza policial, y se demuestra que el uso fue desproporcionado, inadecuado o contrario a los protocolos, la Administración puede ser condenada a indemnizar a la víctima, incluso si no se identifica al agente concreto o no se le condena penalmente.

EJEMPLOS
CASO ESTER QUINTANA
Es uno de los casos más mediáticos. Ester Quintana perdió un ojo en la huelga general de 2012 en Barcelona por el impacto de una bala de goma (aunque la autoría exacta fue difícil de determinar penalmente, la Generalitat acabó indemnizándola, y el caso contribuyó a la prohibición de las balas de goma por parte de los Mossos).

INDEMNIZACIONES POR PROYECTILES DE FOAM
A pesar de ser "menos lesivos", los proyectiles de foam también han causado lesiones. Ha habido sentencias o acuerdos de la Generalitat de Cataluña para indemnizar a víctimas de proyectiles de foam de los Mossos d'Esquadra, como el caso de una mujer indemnizada con casi 70.000 euros por traumatismo craneoencefálico, pérdida de audición y epilepsia crónica tras el impacto de un proyectil de foam en las protestas de 2019. Esto demuestra que incluso con los proyectiles de foam, si se usan indebidamente o en circunstancias que causan lesiones, la Administración puede ser considerada responsable.

CASOS DE "PELOTAS DE GOMA" ANTERIORES A LA PROHIBICIÓN
La Generalitat ha tenido que indemnizar en varios casos de personas heridas por balas de goma disparadas por los Mossos d'Esquadra antes de su prohibición, como el caso de Nicola Tanno.

JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS (TEDH)
Es fundamental mencionar que el TEDH, con sede en Estrasburgo, también ha dictado sentencias contra España por el uso de la fuerza policial, especialmente en relación con la falta de investigación efectiva de denuncias de malos tratos o torturas. Aunque no siempre se refieren específicamente a munición "no letal", estas sentencias establecen un precedente importante sobre la obligación del Estado de investigar adecuadamente las denuncias de violencia policial y garantizar la rendición de cuentas, lo que indirectamente influye en cómo los tribunales españoles abordan estos casos. Se han producido condenas al Estado español por no investigar adecuadamente los malos tratos.

Sí, la jurisprudencia es abundante. Si bien la vía penal es muy compleja y a menudo infructuosa para las víctimas en cuanto a la condena individual de agentes (debido a la dificultad de identificación del autor del disparo), la vía contencioso-administrativa ha permitido que muchas víctimas obtengan indemnizaciones por responsabilidad patrimonial de la Administración, reconociendo el daño causado por el uso desproporcionado o inadecuado de la munición "no letal". Esta jurisprudencia, junto con la presión social y de organismos de derechos humanos, ha sido clave para impulsar cambios en los protocolos y la prohibición de las balas de goma en algunos cuerpos policiales.

Como puedes ver, el abanico de opciones es amplio. Cada tipo de munición o arma no letal tiene sus propios riesgos y beneficios, y su uso está rodeado de un debate constante sobre su eficacia, seguridad y ética. La "no letalidad" es un objetivo, pero la realidad es que cualquier fuerza aplicada al cuerpo humano tiene el potencial de causar daño, especialmente si se usa de forma incorrecta, a distancias inadecuadas o contra individuos vulnerables.

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